El Archivo de la Provincia Agustiniana de Michoacán (APAMI) tiene su origen en el Capítulo Provincial de 1614, celebrado en el colegio de San Pablo de la Ciudad de México. En dicha reunión capitular se ordenó la creación de un archivo y depósito donde se guardase la documentación de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de Michoacán, el cual habría de hacerse en el convento de Valladolid de Michoacán (hoy Morelia).

Una de las primeras disposiciones respecto a este archivo fue que en él se guardase el primer libro de provincia por estar maltratado, iniciando los registros futuros en un libro nuevo. Asimismo, se determinó que el archivo habría de permanecer cerrado con tres llaves, de las cuales una estaría en manos del Provincial y las otras dos las guardarían los dos Definidores más antiguos.